Saber Ser, forma parte de
la triada más relevante de los “saberes” junto con Saber y Saber Hacer, es la
parte del “yo” donde se guarda el conocimiento vinculado con las conductas más
genuinas de la convivencia en
civilización humana.
Internet ha penetrado el
secreto de la privacidad humana, ya solo es suyo y de nadie más, aquello que
Ud. guarde en su memoria, claro si no habla dormido y al menos por ahora,
quizás ya no mañana.
Hoy Ud. no sabe, cuánto se
sabe de Ud. y lo que es peor quien lo sabe, entonces, hay que crear protocolos
que nos induzcan a compartir en la red de forma tal, que los mejores valores
del género humano sean la guía para nuestra conducta en el ciberespacio.
El Saber Ser Virtual es
practicar actitudes morales y éticas que son posiblemente más necesarias en
nuestra existencia digital que en la física, si tenemos en cuenta que una ciudadanía
planetaria está en camino. Hay que repensar y rediseñar los valores universales pues ellos son las
normas de comportamiento implícitas que resultan necesarias para vivir en una
sociedad moderna, misma que según Zygmunt Bauman se
caracteriza por ser una modernidad
líquida.
Según Edgar Morín hay que educar
en una ética para una ciudadanía terrestre, tal y como lo plantea en su libro “7 Saberes Necesarios
para la Educación del Futuro”, en el capítulo VII La Ética del Género Humano
páginas 63-65. En su libro se enfatizan reflexiones que son piedras filosofares
o puntos de partida para concretar valores
universales de la humanidad en la era digital, estos son:
- Enseñar
la condición humana.
El ser humano es a la vez físico,
biológico, síquico, cultural, social, histórico. Es esta unidad compleja de la
naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través
de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano. Hay
que restaurarla de tal manera que cada uno desde donde esté tome conocimiento y
conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a
todos los demás humanos. (Pág. 2)
- Enseñar
la identidad terrenal.
Habrá que señalar la complejidad de
la crisis planetaria que enmarca el siglo XX mostrando que todos los humanos,
confrontados desde ahora con los mismos problemas de vida y muerte, viven en
una misma comunidad de destino. (pág.2)
- Enseñar
la comprensión.
La comprensión mutua entre humanos,
tanto próximos como extraños es en adelante vital para que las relaciones
humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión. (pág. 3)
- La
ética del género humano.
La educación debe conducir a una «
antropo-ética » considerado el carácter ternario de la condición humana cual es
el de ser a la vez individuo - sociedad - especie. En este sentido, la ética
individuo-especie necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y
del individuo por la sociedad, es decir la democracia; la ética individuo-especie
convoca la ciudadanía terrestre en el siglo XXI.
La ética no se podría enseñar con lecciones
de moral. Ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el
humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una
especie. Llevamos en cada uno de nosotros esta triple realidad. De igual
manera, todo desarrollo verdaderamente humano debe comprender el desarrollo
conjunto de las autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y
la conciencia de pertenecer a la especie humana.
De allí, se esbozan las dos grandes
finalidades ético-políticas del nuevo milenio: establecer una relación de
control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y
concebir la Humanidad como comunidad planetaria. La educación debe no sólo
contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino también
permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la
ciudadanía terrenal. (pág.4)
RHS20160524